Un instante, un beso, una pregunta, una mirada, marcan un antes y un después en tu vida.
Y de pronto todo se vuelve patas arriba, las cosas dejan de ser como las conocías hasta entonces.
Con el paso de las semanas los sucesos se normalizan, empezando por tu mente que es la que mayor desorden tenía.
Después de todo sale el sol, cuando menos piensas que va a salir. Y te das cuenta de que tus dudas eran insignificantes, y de que el sol no había dejado de brillar en ningún momento, solo que antes no supiste apreciarlo en todo su esplendor.
Tras ese "clack" cambia todo, la vida tiene otro color, más luz, más calor... y ya no quieres que esa sensación de paz interior te abandone jamás.
Aquí, ahora, este momento sólo tuyo y mio, para siempre.